Carlos Menem
Carlos Saúl Menem (n. Anillaco, La Rioja, Argentina, 2 de julio de 1930) es un político y abogado que fue Presidente de la Nación Argentina por el Partido Justicialista desde 1989 a 1999, siendo el único presidente argentino en ocupar el cargo por 10 años consecutivos. Su primer mandato fue desde 1989 hasta 1995, luego del de Raúl Alfonsín, y para poder presentarse a una reelección presidencial inmediata impulsó la Reforma de la Constitución Argentina de 1994, que también disminuyó la extensión del cargo a cuatro años. Menem fue reelecto en 1995, y su segundo mandato se extendió hasta 1999, sucedido por Fernando de la Rúa.
Actualmente es Senador Nacional por la Provincia de La Rioja.
Carlos Menem es hermano de Eduardo Menem y estuvo casado con Zulema Fátima Yoma. Con esta última tuvo dos hijos: Zulema María Eva Menem (conocida mediáticamente como "Zulemita" para diferenciarla de su madre) y el fallecido Carlos Saúl Facundo Menem (diferenciado mediáticamente de su padre agregando "Júnior" o "Jr."). Menem se divorció de Zulema Yoma y años más tarde se casó con Cecilia Bolocco, con quien tuvo otro hijo, Máximo Menem Bolocco. Menem se divorció de Bolocco tiempo después. Menem tuvo también un hijo de una relación extramatrimonial, Carlos Nair Meza Menem, cuya paternidad reconoció durante el año 2007 mientras el mismo participaba del programa televisivo Gran hermano Famosos.
Primeros años
Nació en una familia de ascendencia siria en Anillaco, provincia de La Rioja, sus padres eran Mohibe Akil y Saúl Menem. Estudió abogacía en la Universidad Nacional de Córdoba. Adquirió fama asumiendo profesionalmente la defensa de prisioneros políticos durante el gobierno militar de la Revolución Libertadora.
Fue arrestado por primera vez en 1956 durante el gobierno del general Pedro Eugenio Aramburu. Al año siguiente fundó la Juventud Peronista de su provincia, mientras que se desempeñaba como asesor legal de la Confederación General del Trabajo y de otros sindicatos de La Rioja.
En 1973, con la vuelta de la democracia, fue electo gobernador de su provincia. En marzo de 1976, tras el derrocamiento de la presidenta María Estela Martínez de Perón, quedó prisionero de la Junta Militar que ejerció el Poder Ejecutivo durante el Proceso de Reorganización Nacional. Durante cinco años fue retenido en la cárcel, quedando en libertad en febrero de 1981.
En octubre de 1983, con el fin del régimen militar y el regreso de la democracia al país, Menem fue electo nuevamente como gobernador de La Rioja.
En 1988 derrotó a Antonio Cafiero en las elecciones internas del Partido Justicialista y fue proclamado candidato a la Presidencia de la Nación por el Frente Justicialista Popular (FREJUPO), una coalición del justicialismo con otros partidos menores. En las elecciones del 14 de mayo de 1989 fue electo Presidente de la Nación con el 47% de los votos, superando al candidato de la Unión Cívica Radical, Eduardo Angeloz que obtuvo el 32,45%, y sucediendo entonces al Presidente Raúl Alfonsín, al que debió reemplazar seis meses antes de la finalización de su mandato debido a la crisis provocada por la hiperinflación que afectó al país.
Presidencias
Primera presidencia (1989-1995)
El principal problema que debió enfrentar al asumir la presidencia fue el de una economía en crisis con hiperinflación. Menem introdujo una serie de reformas neoliberales: privatizó varias empresas estatales, entre las cuales se hallaban canales televisivos de aire y las dos mayores empresas del país —Yacimientos Petrolíferos Fiscales y Gas del Estado—, desreguló la economía; y estableció la libertad de precios. Durante la gestión de Domingo Cavallo, ministro de Economía de su gobierno, se estableció la Ley de Convertibilidad cuya aplicación se prolongaría hasta la crisis argentina de fines de 2001 y comienzos de 2002. El Banco Central de la República Argentina estaba obligado a respaldar la moneda argentina con sus reservas en una relación de cambio en la que un dólar estadounidense equivalía a un peso convertible. De esta forma se restringía la emisión de billetes como medio de financiamiento del Estado.
Estas medidas lograron una estabilidad económica sin inflación significativa que ofreció un clima favorable para el surgimiento de inversiones y el ingreso de capitales desde otros países, produciéndose un marcado crecimiento del PBI. Dicha estabilidad económica fue virtual, ya que mientras se suponía que el país avanzaba se estaban rematando los recursos del país. Durante su gobierno la deuda externa pública se mantuvo en valores cercanos al 40% del PBI. En 1990 su valor era de 38.7% y en 1999, año en que finalizó su segundo mandato, era de 42.3%. En los servicios públicos produjo mejoras de calidad en algunas rubros (luz, telefonía), mientras que en otros el impacto fue negativo (transportes ferroviarios). Al mismo tiempo, los principales inconvenientes económicos generados por esta política fueron una disminución de la competitividad basada en el tipo de cambio y un crecimiento del desempleo.
Al asumir Menem el gobierno, los valores de desocupación y subocupación habían alcanzado picos históricos (8,1 y 8,6% de la población económicamente activa, respectivamente). Luego de un período de lenta disminución (6,9 y 8,3% en mayo de 1992), el desempleo y el subempleo volvieron a crecer durante la crisis del Tequila, hasta alcanzar un pico de 18,4 y 11,3% en mayo de 1995, tras lo cual bajaron levemente hasta 12,4% y 13,6% en octubre de 1998. Para el final de su gobierno, estas cifras eran de 13,8 y 14,3%. Contribuyeron al aumento del desempleo y el subempleo los despidos masivos en las empresas públicas privatizadas, la terciarización de actividades y las sucesivas medidas de flexibilización laboral.
En otros planos, en 1991 promovió la formación del Mercosur y reestableció relaciones diplomáticas con el Reino Unido, interrumpidas desde la Guerra de Malvinas. Abolió el servicio militar obligatorio tras el escándalo consecuencia del Caso Carrasco. Indultó a militares de la anterior dictadura (1976-1983) y a militantes de organizaciones guerrilleras que habían actuado principalmente durante la década del setenta.
Durante su gobierno, se modificó por ley del Congreso el número de integrantes de la Corte Suprema de Justicia, elevándolo a nueve miembros. Parte de la prensa denominó a esta corte ampliada la mayoría automática, aduciendo que en la mayor parte de los casos polémicos solían coincidir los votos de estos cinco jueces con los intereses del gobierno.
También se produjeron dos atentados terroristas de gran escala: el primero a la embajada de Israel, el 17 de marzo de 1992, y el segundo contra la AMIA (Asociación Mutual Israelita Argentina), el 18 de julio de 1994, que provocaron 29 y 85 muertos respectivamente. Distintas fuentes, entre ellas la de los dirigentes de la comunidad judía, afirmaron que el atentado fue perpetrado por organizaciones fundamentalistas islámicas con sede en el Líbano, bajo la organización de Irán, y acusaron al presidente de desviar la investigación que conduciría a la responsabilidad de ese país. Esta teoría se consolidó cuando un ex miembro de la inteligencia iraní aseguró que Menem recibió dinero para desvincular a ese país del ataque. En el 2004 un tribunal federal comprobaría que el juez que hacía 10 años investigaba la causa, Juan José Galeano, habría sobornado, siguiendo instrucciones del gobierno de Menem, a uno de los inculpados para que incriminara a oficiales de la policía bonaerense. Más aún, en junio de 2006, Hugo Anzorreguy, jefe de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) durante el gobierno menemista, manifestó ante el juez federal que Menem había ordenado dicho soborno utilizando dinero de los fondos públicos. Hasta esa fecha la investigación no se ha completado.
La alta popularidad de su gestión y el gran poder concentrado por el Partido Justicialista permitieron a Menem negociar con el líder de la oposición radical, Raúl Alfonsín, para firmar el Pacto de Olivos, en el que ambos acordaron, entre otros puntos, el llamado a una Convención para la reforma de la Constitución Nacional, en 1994, que permitió la reelección de Menem al año siguiente.
Segunda presidencia (1995-1999)
En 14 de mayo de 1995 se realizaron las elecciones presidenciales que obtuvieron el siguiente resultado:
1. Carlos Menem-Carlos Ruckauf (PJ): 8.687.319 votos, 49,94%
2. José Octavio Bordón-Carlos "Chacho" Álvarez (FREPASO): 5.095.029 votos, 29,30%
3. Horacio Massaccesi-Antonio Hernández (UCR): 2.956.087 votos, 16,99%
En su segundo mandato, Menem mantuvo las políticas económicas de su primera etapa de gobierno. Esta vez, sin embargo, el comienzo de una recesión en el tercer trimestre de 1998 y nuevas acusaciones de corrupción tuvieron como consecuencia un descenso en su popularidad: luego de un nuevo intento de reforma constitucional —esta vez fallido—, Menem terminó su gobierno el 10 de diciembre de 1999 traspasándole el mando al presidente electo Fernando de la Rúa.
La muerte de su hijo Carlos
El hijo del presidente, Carlos Menem Jr., “Carlitos”, murió el 15 de marzo de 1995 junto al corredor de autos Silvio Oltra durante un viaje en helicóptero, a los 26 años de edad. Las pericias determinaron que el aparato cayó al embestir cables de alta tensión pero su madre Zulema Yoma insistió siempre en que su hijo había sido atacado por proyectiles y que el propio gobierno estaba ocultando las pruebas del hecho, pues según su versión, la muerte de su hijo fue planeada por el entorno del presidente.
La causa por la investigación del hecho fue cerrada en marzo de 2003, pero ante el pedido de Zulema fue reconsiderada por la Corte Suprema que en abril de 2004 decidió rechazar el recurso para reabrirla.
El presidente en principio no apoyó la teoría de su esposa y poco después de la muerte de su hijo Zulema se divorció de él, de quien ya estaba separada de hecho. Luego se presentó como querellante en la causa, abandonando la teoría del accidente.
Además de Zulema Yoma varios sectores de la opinión pública también sospecharon del verdadero motivo de la muerte de Carlitos basados en: que el desguace del helicóptero se hizo inmediatamente sin posibilidad de un nuevo peritaje, que se produjeron varias muertes por asesinato o causas poco claras de algunos testigos y la falta de medidas concretas por parte del gobierno para esclarecer el caso.
Vida pública después de sus presidencias
En mayo de 2001 contrajo matrimonio con la ex modelo y conductora televisiva chilena Cecilia Bolocco (Miss Universo 1987). Con ella tiene a su hijo: Máximo Menem Bolocco, quien nace en 2005.
El 7 de junio de 2001 fue detenido por una acusación de tráfico de armas a Ecuador y Croacia durante su gobierno (en 1991 y 1996), quedando bajo arresto domiciliario hasta noviembre del mismo año cuando la Corte Suprema emitió un fallo absolutoio en su favor. Durante en año 2007 volvió a ser procesado por el juez Rafael Caputo, aunque dispone de la protección de los fueros parlamentarios por ser Senador de La Rioja.
Posteriormente se le imputó la posesión de cuentas bancarias no declaradas en bancos suizos. En esta causa fue absuelto tras un dictamen de la jueza suiza Christine Junod en el que se declaraba que no poseía ninguna cuenta bancaria en ese país.
En 2003, luego de que el presidente interino Eduardo Duhalde llamase a elecciones, Menem volvió a presentarse. En las mismas, que tuvieron lugar el 27 de abril, logró el primer puesto con el 25% de los votos, no llegando, sin embargo, a conseguir los sufragios necesarios para ganar las elecciones en primera vuelta. Se preparó entonces una nueva elección en segunda vuelta entre los dos candidatos más votados: el propio Menem y el ex presidente argentino, Néstor Kirchner, para el 18 de mayo de 2003. Menem decidió renunciar a su candidatura al considerar que la ventaja en votos de su rival era irreversible.
El 23 de octubre de 2005 se presentó a elecciones para Senador Nacional por su provincia, logrando la banca correspondiente a la minoría, los dos senadores por la mayoría fueron ganados para la fracción del presidente Néstor Kirchner, liderada a nivel local por el ex gobernador Ángel Maza. De esta forma volvió a ocupar un cargo público exactamente seis años después de dejar la Presidencia.
Se presentó como candidato a gobernador de La Rioja el 19 de agosto de 2007, pero fue ampliamente derrotado, obteniendo menos del 22% de los votos, quedando tercero detrás de Luis Beder Herrera y de Ricardo Quintela. Antes de esta última derrota, Menem se presentaba públicamente como candidato a la presidencia para las elecciones de octubre de 2007.
En mayo de 2007, Menem se presenta como un fuerte opositor al presidente Néstor Kirchner, al que ha denostado públicamente en reiteradas ocasiones. Su postura es que Kirchner no aplica una política imparcial con respecto al juzgamiento de militares y civiles acusados de haber cometidos actos de violación los derechos humanos en las décadas del 70 y 80, ya que, a su entender, sólo pretende juzgar a los cabecillas de la última dictadura militar, pero no a los militantes de organizaciones guerrilleras.
Imagen pública
Moneda no oficial distribuida en 1996 con motivo del cumpleaños número 66 del entonces Presidente. Si se invertía la misma, podía leerse "Presidente 99", en alusión a la segunda reelección a la que aspiraba el mandatario
Moneda no oficial distribuida en 1996 con motivo del cumpleaños número 66 del entonces Presidente. Si se invertía la misma, podía leerse "Presidente 99", en alusión a la segunda reelección a la que aspiraba el mandatario
Después de asumir su mandato como presidente, y durante el ejercicio del mismo, Menem dedicó especial atención a los medios de difusión, profundizando así su protagonismo público y su perfil mediático. Esa actitud le valió duras críticas, enfocadas en algunos casos en errores notorios que lo hicieron aparecer como una persona con una cultura incompleta o deficiente. Según algunos medios periodísticos, en oportunidad de brindar una conferencia de prensa, Carlos Menem habría afirmado que entre sus lecturas se hallaba una obra escrita por Sócrates. Obviamente, el error de Menem habría consistido en que, aunque se desconoce si el filósofo ateniense existió o es en realidad una creación literaria de Platón, lo cierto es que jamás empuñó la pluma para difundir sus enseñanzas.
En otra ocasión, dando comienzo al ciclo lectivo de 1996 en Tartagal (Salta), informó a los niños de una humilde escuelita en el empobrecido Norte argentino que se licitaría un sistema de vuelos estratosféricos "desde una plataforma que quizás se instale en la provincia de Córdoba. Esas naves espaciales van a salir de la atmósfera, van a remontar a la estratósfera y desde ahí elegir el lugar donde quieran ir de tal forma que en una hora y media podamos, desde Argentina, estar en Japón, en Corea o en cualquier parte".
Otro proyecto impulsado por Menem y duramente criticado por la prensa fue el de construir una Aeroisla, una isla artificial en el Río de la Plata a la cual sería trasladado el Aeroparque Jorge Newbery. El proyecto, apoyado por Álvaro Alsogaray, nunca prosperó.
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