Leopoldo Galtieri
Leopoldo Fortunato Galtieri ( * Caseros, provincia de Buenos Aires, 15 de julio de 1926 - † Buenos Aires, 12 de enero de 2003) fue un militar argentino que ocupó de facto la presidencia de la Nación entre 1981 y 1982, durante el autodenominado Proceso de Reorganización Nacional.
Para contener el fuerte descontento popular con la situación política y económica, intentó desviar las tensiones declarando la guerra a Gran Bretaña por la soberanía sobre las Islas Malvinas. Abandonó el cargo tras el estrepitoso fracaso militar. Sus acciones como comandante de las Fuerzas Armadas llevaron a su condena por el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas durante el gobierno del presidente Raúl Alfonsín. Fue indultado por Carlos Menem, pero murió mientras cumplía prisión preventiva bajo arresto domiciliario por otra causa.
Antecedentes
Galtieri nació en Caseros, provincia de Buenos Aires. A los 17 años de edad ingresó al ejército, egresando del Colegio Militar de la Nación como oficial del arma de ingenieros. También fue egresado de la Escuela de las Américas. Tras 25 años de servicio, Galtieri fue nombrado comandante del cuerpo de Ingenieros del ejército en 1975, en la misma promoción que llevó a Jorge Rafael Videla a ocupar la comandancia en jefe de las Fuerzas Armadas. Fue un activo promotor del golpe de estado en 1976; sus simpatías lo llevaron a rápidos ascensos, siendo nombrado general de división en 1977 y teniente general en 1980. En 1981 pasó a integrar la junta militar, junto con Jorge Isaac Anaya y Basilio Lami Dozo.
Este año, tras la destitución de Videla como presidente y el nombramiento de Roberto Eduardo Viola, Galtieri visitó los Estados Unidos en función oficial. La administración Reagan, que consideraba el gobierno militar una fuerza afín en la lucha contra el comunismo, lo recibió cálidamente y le proporcionó información y asistencia de seguridad.
Presidencia
El descontento de Galtieri y otros oficiales de la línea dura con el gobierno de Viola lo llevaron a ocupar en noviembre del mismo año la presidencia de la junta militar y, un mes más tarde, a destituir a Viola para ocupar la Presidencia de la Nación, aprovechando el internamiento del mismo a causa de problemas cardíacos. Durante su gobierno, Galtieri retuvo el control directo de las Fuerzas Armadas
Las medidas económicas del ministro de Economía nombrado por Galtieri, el renombrado técnico civil Roberto Alemann, fueron no menos ortodoxas que las de sus antecesores. La restricción del gasto público, la compresión del circulante, la privatización de bienes estatales y el congelamiento de los salarios llevaron a una gravísima depresión económica. La recesión llevó al cierre de numerosas industrias (siendo Citröen y La Cantábrica las más destacadas) y a medidas drásticas de reducción de personal por parte de otras.
El descontento popular, canalizado a través de la junta multipartidaria y las organizaciones sindicales, alcanzó cotas extremas. Una movilización convocada a finales de marzo por organizaciones políticas y sindicales bajo el lema "Paz, Pan y Trabajo" fue reprimida, dejando un muerto y decenas de heridos.
Entre marzo y abril de 1982 tuvieron lugar cinco manifestaciones contra el gobierno militar, tres de ellas organizadas por los familiares de los desaparecidos y todas reprimidas duramente. La popularidad del gobierno estaba en franco descenso, mientras la inflación crecía y el PBI se reducía en un 11,45%.
Siguiendo el modelo de la abortada Operación Soberanía para la solución del aún pendiente Conflicto del Beagle con Chile, Galtieri dio lugar el 26 de marzo a la Operación Rosario, un plan de desembarco en Islas Malvinas para canalizar en el conflicto bélico la animosidad popular. El 2 de abril de 1982 un contigente al mando del contraalmirante Carlos Busser desembarcó en la Isla Soledad, tomaron prisionero al gobernador británico de las islas. El desembarco y toma de la capital insular, Port Stanley, a la que se rebautizó Puerto Argentino, casi sin bajas militares, provocó una fuerte adhesión popular, con manifestaciones públicas de apoyo.
La empresa militar, emprendida bajo el supuesto de que la situación geográfica de las islas haría imprácticas las acciones militares de los británicos, pronto tuvo que hacer frente a una muy superior task force de la Armada enemiga. El gobierno del general Augusto Pinochet en Chile, al que Argentina consideraba como el enemigo número 1, proporcionó apoyo logístico a las tropas británicas. Las tropas argentinas, en inferioridad logística y de inteligencia, sin apoyo naval y con inadecuado apoyo aéreo, pese a haber obtenido algunos éxitos parciales especialmente en ataques aéreos lanzados desde el continente contra la fuerza naval británica, se vieron pronto en una posición insostenible.
Sin embargo, el régimen mantuvo durante toda la guerra de Malvinas un poderoso aparato propagandístico para mantener la adhesión popular. Los comunicados oficiales, retransmitidos obligatoriamente por todas las emisoras de radio y televisión, concentraban la atención de todo el espectro político; férreos adversarios del régimen militar se vieron llevados por la situación a expresar su respaldo a la acción militar. El hundimiento, el 5 de mayo, del destructor británico HMS Sheffield, fue ocasión de celebraciones populares. La información real sobre el estado de los combates se filtraba cuidadosamente para mantener altas las expectativas, de tal manera que la reocupación de las islas por las fuerzas británicas tras la batalla de Goose Green el 29 de mayo se mantuvo en secreto hasta que el 14 de junio el general Mario Benjamín Menéndez, gobernador militar de Malvinas, rindió Puerto Argentino a tropas muy superiores.
La desilusión provocada por la derrota soliviantó las tensiones reprimidas durante la guerra. Galtieri renunció el 17 de junio; el cargo fue ocupado interinamente por su Ministro de Interior, el general Alfredo Óscar Saint-Jean, mientras una nueva junta militar, integrada por el entonces general Cristino Nicolaides, el entonces almirante Rubén Franco y el entonces brigadier general Augusto Hughes se hacía cargo de las Fuerzas Armadas.
Enjuiciamento
Galtieri fue juzgado, junto con los demás líderes militares, por los crímenes cometidos durante el proceso. Fue absuelto en primera instancia de los cargos civiles, pero el consejo militar lo encontró culpable de negligencia y otras faltas como responsable de la guerra de Malvinas en mayo de 1986, por lo que fue sentenciado a prisión y degradado. Una corte de apelación refrendó el fallo en 1988, perdiendo el grado militar. Cumplió cinco años de prisión hasta ser indultado por el entonces presidente Carlos Menem en 1990, en una decisión que causó mucha polémica.
En julio de 2002 fue sujeto a arresto domiciliario como prisión preventiva por la reapertura de las causas sobre la desaparición de menores y otros crímenes de lesa humanidad durante el período de su servicio al frente del Segundo Cuerpo de Ejército. Su deteriorada salud a causa de su alcoholismo crónico y avanzada edad le permitieron seguir en su domicilio hasta que fue internado a fin de año por complicaciones derivadas de un cáncer del páncreas. El 12 de enero del año siguiente murió a causa de un paro cardíaco.
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