La Argentina es, a menudo, descrita como un país macrocefálico, debido a la alta concentración económica y poblacional en el Gran Buenos Aires, el área metropolitana formada en torno a la ciudad de Buenos Aires. Con sus casi doce millones de habitantes, es el principal centro urbano del país, concentrando un 33% de la población y un 40% del producto bruto en apenas un 0,14% del territorio. El Gran Córdoba y el Gran Rosario son las principales áreas metropolitanas después del Gran Buenos Aires, pero cuentan con una población casi diez veces menor.
Las aglomeraciones más pobladas del país, de acuerdo con los datos de 2001, son:
1. Gran Buenos Aires (11.453.725 hab.): con centro en Buenos Aires, es el centro político, económico y cultural del país. Por su puerto se realiza gran parte del intercambio comercial de la Argentina con el resto del mundo.
2. Gran Córdoba (1.368.109 hab.): con base en la ciudad de Córdoba, es un importante núcleo industrial, comercial y cultural en el centro del país.
3. Gran Rosario (1.159.001 hab.): con centro en la ciudad de Rosario, es el principal puerto fluvial del país, concentrando el movimiento de granos de una vasta zona de la Pampa Húmeda. Es también un activo centro cultural, industrial y financiero.
4. Gran Mendoza (846.904 hab.): con centro en la ciudad de Mendoza, agrupa las actividades agroindustriales de un importante valle vitivinícola y frutal en el oeste del país.
5. Gran San Miguel de Tucumán (736.018 hab.): con centro en San Miguel de Tucumán, es la principal urbe del norte argentino, desarrollada en torno a la industrialización de la caña de azúcar.
Otras importantes ciudades son La Plata (centro administrativo de la provincia de Buenos Aires), Mar del Plata (importante puerto pesquero y balneario), Salta, Santa Fe de la Vera Cruz, San Juan (desarrollada a través de la industria del vino), Resistencia (mayor urbe del Nordeste argentino) y el aglomerado Neuquén - Plottier - Cipolletti (mayor urbe de la Patagonia).
La población de la Argentina censada en el censo de noviembre de 2001 ascendía a 36.260.130 habitantes (el 0,59% de la población mundial); la posterior corrección de población por cobertura y conciliación censal que realizó el INDEC llevó a la población a 37.282.970 habitantes en el mismo período. La poblacion estimada para 2008 es de 39.745.613 habitantes, con una densidad media de 14 hab/km² (sin considerar la superficie reclamada de la Antártida Argentina e Islas del Atlántico Sur).
El ritmo de crecimiento poblacional sigue una pendiente descendente en las últimas décadas; así, en el período 1981-1991, la tasa de crecimiento medio anual fue de 14,7‰ y en el decenio 1991-2001, apenas del 10,1‰.
El país registró en los comienzos del siglo XX altas tasas de crecimiento poblacional, debido a los procesos de inmigración sumados a un alto crecimiento vegetativo que durante este siglo se vio estabilizado y en continuo descenso (a excepción del quinquenio 1970-1975). Desde la década del 60´, aproximadamente, el crecimiento total es el resultado de la diferencia entre la tasa bruta de natalidad y la tasa bruta de mortalidad.
Debido a la evolución de las tasas de mortalidad y el flujo migratorio internacional, el índice de masculinidad muestra un constante descenso desde mediados del siglo XX: de 105 varones por cada 100 mujeres a 94,9 por cada 100 para 2001. Del total de la población (según el censo de 2001) un 51,3% son mujeres y un 48,7% son varones.
Una característica que refleja a la población argentina es su envejecimiento. Se considera, internacionalmente, que una población está envejecida cuando el grupo de edad de 65 años y más supera el 7% de la población total. El país alcanzó esta cifra en 1970. Históricamente, y debido a las relativas bajas tasas de natalidad y de crecimiento poblacional comparadas con las de otros países de América Latina, la Argentina es el tercer país más envejecido de la región, después de Uruguay y Cuba. En 2001, la población de 14 años o menos fue del 27,7% y la población entre 15 a 64 años del 62,4%. La población de 60 años o más alcanzó el 13,4% y la de 65 años o más, el 9,9% y las estimaciones para 2005 del INDEC arrojan valores de 13,8% y 10,1%, respectivamente.
El fenómeno de la emigración que se hizo presente por la crisis de diciembre de 2001, hizo que miles de argentinos emigraran en busca de mejores perspectivas económicas; la mayoría habría partido rumbo a Europa, sobre todo a España e Italia, y también hacia Estados Unidos. Emigraciones semejantes habían tenido lugar en distintos períodos (sobre todo entre 1976 y 1983), debido a las reiteradas crisis económicas y al Proceso de Reorganización Nacional. Según los resultados que el INDEC obtuvo del último censo de 2001, el saldo migratorio fue negativo en el quinquenio 1995-2000 y lo mismo estimó para el quinquenio 2000-2005, revirtiendo así el histórico saldo positivo del país.
Desde hace varios años y de forma consecutiva, la Argentina viene liderando el Índice de Desarrollo Humano en América Latina. El último informe publicado en 2007 por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo la consolida una vez más como el país con mejor calidad de vida de la región, con un índice de 0,869. A nivel mundial, se sitúa en el puesto 38 dentro de los 177 países que participan en el ranking, y dentro de los 70 catalogados según el indicador de “alto desarrollo humano”.
Imagen:Congreso 1910La Argentina se encuentra en el puesto 49 de 191 países por el funcionamiento general de su sistema de salud, según un informe de la Organización Mundial de la Salud.
La atención a la salud está garantizada por el sistema de salud público, el sistema de obras sociales y el de la salud privada. Alrededor de un 37,6% de la población se atiende por el sistema público y un 51,52% por obras sociales.
La regulación de la atención a los problemas de salud está a cargo del Ministerio de Salud y Ambiente, dependiente del Poder Ejecutivo. El porcentaje del gasto en salud correspondiente al PBI fue de un 8,9% en 2003. Además, el país cuenta con una proporción favorable de 3,01 médicos por cada mil habitantes.
Las enfermedades que más afectan a la población son el Mal de Chagas, el SIDA y la tuberculosis.
La actual población argentina es el resultado directo de una gran ola de trabajadores inmigrantes que ingresaron entre 1850-1950, mayoritariamente italianos y en segundo lugar españoles y del mestizaje de estos entre sí y con minorías indígenas originarias, criollas, españoles de la época colonial, afroamericanos, gauchos, frecuentemente mestizados, provenientes del período colonial. La población cuenta también con importantes comunidades de judíos, árabes, armenios, gitanos, británicos, franceses, alemanes, polacos, rusos, croatas, ucranianos, japoneses, chinos, coreanos, paraguayos, bolivianos, uruguayos, chilenos, peruanos, etc.
Al igual que Australia, Brasil, Canadá, Estados Unidos o Uruguay, la Argentina es considerada como un país de inmigración, es decir una sociedad que ha sido influida decisivamente por uno o más fenómenos inmigratorios masivos.
Por otra parte los distintos grupos que integran su población han establecido intensos mestizajes interétnicos, situación conocida en el país como "crisol de razas". Se estima que entre un 85% y un 97% de la población tiene antepasados europeos, principalmente, italianos y luego españoles, en tanto que un 56% desciende de indígenas y un 5% de africanos. El 1,1% de la población pertenece a algún pueblo indígena.
La Constitución Argentina de 1853 y los gobiernos establecidos a partir de ese año, buscaron fomentar la inmigración proveniente de noroeste de Europa, aunque luego predominaron los inmigrantes mediterráneos, del este europeo y del medio oriente, bajo la base del precepto alberdiano de gobernar es poblar, destinada a generar un tejido social de tipo rural y a finalizar la ocupación de los territorios obtenidos mediante una campaña militar contra los indígenas denominada Conquista del Desierto y a la vez modificar sustancialmente la composición poblacional.
Esta política se reflejó en el texto del artículo 25 de la Constitución Nacional, que establece:
El Gobierno federal fomentará la inmigración europea; y no podrá restringir, limitar ni gravar con impuesto alguno la entrada en el territorio argentino de los extranjeros que traigan por objeto labrar la tierra, mejorar las industrias, e introducir y enseñar las ciencias y las artes.
Al momento de organizarse constitucionalmente a mediados del siglo XIX, la Argentina era un país escasamente poblado, con menor población que otros países sudamericanos como Bolivia, Chile y Perú. Mediante la política inmigratoria el país pasó de tener una población de 1,1 millones de habitantes en 1850 (3,5% de América Latina), para alcanzar 11,8 millones de habitantes en 1930 (11,1% de América Latina). El país recibió alrededor de 6,5 millones de inmigrantes — la inmigración neta fue cercana a los 4 millones de inmigrantes-, y se constituyó como el tercer país receptor en América (después de los Estados Unidos y Canadá). El primer censo nacional de 1869 arrojó un total de 1.737.000 habitantes. En 1960 el país tenía ya un poco más de 20 millones, es decir que en 90 años había multiplicado su población inicial por 10.
En la región central del país, donde se concentra la mayoría de la población, la ascendencia se compone principalmente de inmigrantes europeos, especialmente italianos, españoles, sobre todo gallegos y, en menor medida franceses, alemanes, polacos, judíos y árabes.
La población actual de la Patagonia argentina se formó principalmente de las corrientes migratorias internas provenientes de la región pampeana y chilena, como también ha sido destacada la influencia de la inmigración galesa, suiza y alemana.
En la zona norte del país la población con antepasados indígenas, o españoles y africanos llegados en tiempos de la colonia, es proporcionalmente mayor a la media nacional, en parte porque era la región más poblada antes y durante la conquista española, y porque recibió una menor influencia de las grandes corrientes inmigratorias europeas producidas entre 1830 y 1950. Pese a ello, se produjeron considerables corrientes de inmigración de italianos, españoles, árabes y judíos hacia la región noroeste, y de alemanes y europeos orientales hacia Chaco y Misiones.
Según el censo de 2001, las comunidades extranjeras más numerosas son la paraguaya (325.046), italiana (270.000), española (254.073), boliviana (233.464) y chilena (212.419). La proporción de extranjeros se ha reducido pasando de un máximo del 30% en 1914 al 4,2% en 2001.
En relación con los grupos originarios, en el área chaqueña habitan comunidades de tobas, pilagás, wichí, chorotes, mocovíes, chanés, chulupíes y guaraníes de los grupos chiriguanos y tapieté. En las zonas andinas de la región noroeste de país habitan diferentes pueblos englobados actualmente en la denominación de collas, además de diaguita calchaquíes y huarpes en Cuyo. En las regiones patagónicas y pampeanas se encuentran comunidades de mapuches, rankulches y tehuelches. La provincia de Misiones cuenta con comunidades mbyá guaraníes y grupos menores de chiripás y paí tavyterá, también integrantes del pueblo guaraní.
Los pueblos originarios que constituyeron la base del mestizaje en la época colonial estaban divididos en tres grandes grupos: los pertenecientes al grupo de la civilización andina, principalmente diaguitas, sanavirones y comechingones; los pertenecientes a grupo chaco-mesopotámico, principalmente la civilización guaraní, los guaycurúes y el pueblo wichí; y los pueblos de cazadores-recolectores del sur, principalmente los pueblos ranquel, tehuelche y mapuche.
Por medio de la Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI) 2004-2005 basada en el Censo Nacional de Población 2001 del INDEC se contabilizaron 402.921 indígenas que habitan el país, según resultados provisionales. Esto supone alrededor del 1% de la población total. Las personas censadas se reconocen pertenecientes o descendientes de la primera generación de algún pueblo indígena. Además, el organismo sostiene que, según los resultados, un 2,8% de los hogares argentinos tiene al menos un integrante que se reconoce perteneciente a un pueblo indígena.
A partir de la década de 1930, migrantes internos provenientes de las provincias norteñas y de las zonas rurales comenzaron a desplazarse hacia los principales centros urbanos del país —especialmente, el Gran Buenos Aires— en busca de una mejor situación económica.
En 1869, Argentina tenía al 11% de su población en aglomeraciones urbanas de más de 100.000 habitantes, concentración cinco veces superior al promedio mundial, similar al de los Estados Unidos y, aproximadamente, el doble de la concentración de la población europea.
En 1914 la población urbana superó por primera vez a la rural. Uno de los principales factores del rápido crecimiento de las zonas urbanas fue la gran inmigración europea que fue desarrollando los principales centros urbanos del país como Buenos Aires, Córdoba y Rosario.
En 1960 quince ciudades tenían una población de más de 100.000 habitantes, en donde vivía el 71% de la población urbana. Entre estas ciudades se destaca Buenos Aires, la única que superaba los 100.000 habitantes en 1869 y que constituye uno de los ejemplos más destacados de primacía en la urbanización. Por entonces, las zonas urbanas de Argentina constituían el 59% de la población, igual que en los Estados Unidos, en forma ligeramente superior a Oceanía (53%) y por debajo de Inglaterra, país que lideró el porcentaje de conglomeraciones urbanas desde los inicios del siglo XIX, con 69 por ciento.
En 1970, Argentina alcanzó el 78,5 % en su índice de urbanización y en 1975 llegó al 80,7%. En 1990 el 86,9% de la población vivía en zonas urbanas, proceso impulsado desde los años 1950, al igual que en toda América Latina, por el flujo de inmigración interna de zonas rurales hacia zonas urbanas a causa de las condiciones económicas y sociales desfavorables
El Censo de 2001 estableció que la urbanización del país había llegado al 89,3% de la población total. La Argentina presenta uno de los procesos de urbanización más temprana entre los países latinoamericanos.
1 comentario:
Tomo este párrafo del presente blog y solicito si se puede aclarar por favor:
"Se estima que entre un 85% y un 97% de la población tiene antepasados europeos, principalmente, italianos y luego españoles, en tanto que un 56% desciende de indígenas y un 5% de africanos. El 1,1% de la población pertenece a algún pueblo indígena."
Desde ya gracias.
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