Historia Argentina: JOSE MARIA GUIDO

lunes, 18 de agosto de 2008

JOSE MARIA GUIDO

José María Guido

José María Guido (Buenos Aires, 29 de agosto de 1910 - Buenos Aires, 13 de junio de 1975) fue un abogado y político argentino, que asumió las funciones de los poderes ejecutivo y legislativo, con el título de presidente, como resultado del golpe militar del 29 de marzo de 1962 que derrocó y detuvo al Presidente Arturo Frondizi.

Trayectoria política

Siendo presidente del Senado, por Rio Negro, obtuvo el cargo de presidente provisional de la Nación luego del golpe de estado que derroca a Arturo Frondizi, basándose en la Ley 252 sobre acefalía del Poder Ejecutivo, para impedir que un militar ejerciera el cargo.

Golpe del 29 de marzo de 1962

El golpe militar del 29 de marzo de 1962 tuvo elementos tragicómicos que determinaron que no fuera un militar, sino un civil, José María Guido, quien accediera al gobierno luego de derrocar al Presidente Arturo Frondizi (radical intransigente).

Frondizi soportó durante su gobierno reiterados planteos e insurrecciones militares, mediante los cuales llegaron a imponerle incluso al Ministro de Economía (Álvaro Alsogaray) y terminaron en el golpe del 29 de marzo de 1962, liderado por el General Raúl Poggi.

El hecho que precipitó el golpe fue la amplia victoria del peronismo en las elecciones realizadas once días antes, en diez de las catorce provincias, incluyendo la Provincia de Buenos Aires, donde triunfó el dirigente sindical textil Andrés Framini. El peronismo había sido proscripto por la dictadura militar de 1955, pero Frondizi volvió a habilitarlo electoralmente, aunque manteniendo la prohibición a Juan Perón de presentarse como candidato y volver al país. Frondizi inmediatamente intervino las provincias en las que había ganado el peronismo, pero el golpe era indetenible.

Producido el levantamiento militar el 29 de marzo de 1962, el Presidente Frondizi, detenido por los militares en la Isla Martín García, se negó a renunciar («no me suicidaré, no renunciaré y no me iré del país». Eso llevó a interminables movimientos, amenazas y gestiones que agotaron a los líderes de la insurrección, quienes se fueron a dormir antes de asumir formalmente el poder. En la mañana del 30 de marzo, el General Raúl Poggi, líder de la insurrección victoriosa, se dirigió a la Casa Rosada para hacerse cargo del gobierno, y se sorprendió con el hecho de que los periodistas le comentaban que un civil, José María Guido, había jurado como presidente en el palacio de la Corte Suprema de Justicia.

Guido era un radical intransigente que presidía provisionalmente la Cámara de Senadores, debido a la renuncia del Vicepresidente Alejandro Gómez. Teniendo en cuenta ésto, la noche del golpe, algunos abogados relacionados con la Corte Suprema de Justicia de la Nación, entre ellos Horacio Oyhanarte, tomaron el derrocamiento de Frondizi como un caso de acefalía y correspondiendo asumir la presidencia a Guido, por encontrarse en el primer lugar de la línea sucesoria según la Ley 252.

Los militares golpistas terminaron aceptando la situación y convocaron a Guido en la Casa Rosada para comunicarle que sería reconocido como presidente, en tanto y en cuanto se comprometiera por escrito a ejecutar las medidas políticas indicadas por las Fuerzas Armadas, siendo la primera de ellas anular las elecciones en las que había ganado el peronismo. Guido aceptó las imposiciones militares, firmó un acta dejando constancia de ello y fue entonces habilitado por estos para instalarse con el título de presidente, pero clausurando el Congreso Nacional e interviniendo todas las provincias.

Guido hizo cumplir las órdenes militares. Al día siguiente el Congreso anuló las elecciones del 18 de marzo de 1962 e intervino todas las provincias, para luego ser disuelto.

De este modo Guido asumió los poderes ejecutivo y legislativo del país, bajo control y supervisión de de las Fuerzas Armadas, que se reservaron el derecho de removerlo.

Gobierno

Designó un equipo económico de derecha (Federico Pinedo, José Alfredo Martínez de Hoz, etc.).

Poco después (24 de julio) dictó un Estatuto de los Partidos Políticos que sirvió de instrumento para no legalizar peronismo.

Su breve mandato de facto estuvo marcado por los enfrentamientos armados entre facciones militares opuestas (azules versus colorados).

Finalmente en 1963 volvió a convocar a elecciones limitadas, con proscripción del peronismo, en las que resultó elegido presidente Arturo Illia de la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP), que asumió el poder el 12 de octubre de 1963, saliendo segundo el voto en blanco que muchos peronistas utilizaron como forma de protesta. El Presidente Illia también sería a su vez derrocado por un golpe militar el 28 de junio de 1966.

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